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-Dibujo a lápiz- |
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19/10/17
Este dibujo es mi humilde contribución al día mundial del cáncer de mama, que como les he comentado en alguna ocasión fue el día en el que me lo diagnosticaron a mí. Una experiencia dura donde las haya pero de todo hay que sacar algo positivo y sin lugar a dudas puede llegar a ser también un aprendizaje muy enriquecedor.
En el dibujo, que me temo que no está muy logrado ;) aparece una mujer meditando porque creo que la sanación no surge de la rabia, la rigidez o la ira, sino justamente de lo contrario; la aceptación y la flexibilidad. Sospecho que pasa por un viaje a nuestro interior y que viene de la mano del verdadero amor, ése que se libera sólo cuando somos capaces de perdonar y de perdonarnos, que desde luego no es tarea nada fácil.
Quise representar también el silencio y la quietud, desde donde se puede oir esa voz interior que la mayor parte del tiempo tratamos de acallar porque nos habla de verdades muy incómodas y de cambios, esos que nos dan tanto miedo porque nos apartan de nuestra zona de confort.
A mí la enfermedad me llevó a explorar una espiritualidad que había negado y a darme cuenta de que ironías de la vida, en una existencia cuadriculada había perdido el rumbo. Después de un camino, no precisamente de rosas, descubrí muchas cosas que creo que me han convertido en mejor persona y pese a todo no tengo más remedio que agradecer.
A los que están pasando por ésta o cualquier otra enfermedad les envío mucho ánimo y les aconsejo que se rodeen de gente buena y positiva que les aporte alegría e inspiración, que las hay y muchas. Estén abiertos a recibir el apoyo y el amor de los demás y sobre todo escúchense y confíen en ustedes mismos.
Mucha suerte y bendiciones para todos.