En esta entrada les voy a hablar de estos
maravillosos juegos que practicaban los aborígenes de las Islas Canarias. Se trata
de espacios geométricos en forma de "damero" o tableros grabados en
rocas basálticas que también se improvisaban en la
tierra o la arena.
Se han encontrado grabados en las
rocas por todo el archipiélago y además también en el norte de África, donde se
siguen practicando en la actualidad. En Canarias desgraciadamente están en
desuso y pocas son las personas que conocen su existencia.
Como cualquier juego de
inteligencia además del componente lúdico sirven para estimular la
concentración, la reflexión, la elaboración de estrategias,... En definitiva,
sirven para mejorar las habilidades mentales.
Aprovechando que estamos en
verano y disponemos de más tiempo libre podemos elaborar unos tableros y
practicar estos juegos con los peques de la casa o con los amigos. Baratito
sale porque incluso podemos dibujarlos en la arena mientras pasamos un día de
playa diferente.
En esta entrada explico sólo tres
de las variantes que me han enseñado (la chascona, el perro y las cabras y la
dama guanche) pero hay muchísimas más. Como verán, en este caso se trata de un trozo de cartón en el
que se han hecho las rayas con cinta de carrocero, y las fichas son piedras o
cáscaras de lapas.
¡Anímense!
La Chascona
Se juega con un tablero o un dibujo sobre tierra o arena,
compuesto de tres cuadrados concéntricos unidos por cuatro líneas en sus
centros. Cada jugador (dos) cuenta con 9 fichas y el objetivo del juego
es eliminar al contrario chascándole (comiéndole) las fichas. Se inicia
el juego con el tablero vacío y cada jugador con sus nueve fichas en la
mano va colocando una ficha por turno sobre las líneas del tablero,
sólo en las esquinas o en las intersecciones. Cada vez que un jugador
consiga un tres en raya eliminará del tablero una piedra del contrario,
la que quiera. Se continua jugando, moviendo pieza el jugador al que se
le ha quitado la ficha. Y una vez colocadas las 18 piezas
sobre el tablero se moverán las que no estén bloqueadas de un punto a otro, sin
saltar sobre las fichas ni de una línea a otra.
Este juego termina cuando uno de los jugadores se
queda con menos de tres fichas.
El perro y las cabras
Se trata de
dos equipos. Uno es formado por una sóla ficha, que representa al perro y el equipo contrario está compuesto por doce piezas que simulan las cabras.
Si se deja un
espacio entre cabra y cabra el perro moviéndose en la dirección de las rayas,
en líneas o diagonales y de un sólo paso cada vez, se las puede ir comiendo. Las
cabras no pueden retroceder y para que gane su equipo se tiene que avanzar en
grupo tratando de no dejar espacios vacíos. El objetivo de las cabras es el de
acorralar al perro para que no pueda realizar ningún movimiento y el del perro
es comerse a todas las cabras.
Dama Guanche
Cada jugador cuenta con 12 fichas
que coloca en los dos lados del tablero sin ocupar la posición central. El
objetivo no es otro que el de eliminar al contrario comiendo sus fichas. Éstas
sólo se pueden mover por líneas o diagonales al punto vacío adyacente (comer es
obligado) y se hace saltando por encima de la ficha del contrario, siempre que
exista un punto vacío. Se puede saltar tanto de frente como de lado, e incluso varias
fichas a la vez si la disposición de las mismas en el tablero lo permite. Cuando
una ficha llega al extremo opuesto del tablero, se dice Tama, y se
obtiene una ficha con libre movimiento.
Gana el jugador que consiga comer todas las fichas de su contrincante.