Aprendiendo

Un día, entre sesiones de quimioterapia, empecé a trazar rayas sin sentido y semanas más tarde me encontraba con la necesidad de dibujar.

Mi cuerpo estaba bajo mínimos pero mi mente no paraba de trabajar y era agotador. Sin embargo, cuando dibujaba o pintaba podía desconectar y entrar en un espacio de silencio y recogimiento. Algo así como un rincón de luz. Mi lugar de luz.

Siempre me consideré negada para temas artísticos. Quizás porque alguien me lo dijo de chica y yo seguí repitiéndomelo de mayor. A estas alturas de mi vida he dejado de ser tan crítica y he pasado a permitirme algunas licencias.

Y así surge este blog. Sin grandes pretensiones y con la idea de compartir dibujos, fotos, palabras, sueños.... Supongo que es como tirar una botella con mensaje al mar. No sabes si alguien lo recibirá, si le agradará o si será entendido. Si llegó hasta ti espero que te guste. ¡Bienvenido a mi lugar de luz!

sábado, 13 de septiembre de 2014

¿Estás seguro de que lo que llamas dignidad no es orgullo?



A veces tendemos a confundir el orgullo con la dignidad.
Cuidado porque la línea que los separa es muy delgada y suele servir para enmascarar otro tipo de sentimientos.

En este caso no me estoy refieriendo al orgullo que sentimos al alcanzar alguna meta que nos ha costado lograr sino al que hace que nos creamos superiores a los demás y los miremos por encima del hombro.

El orgullo hace que nos perdamos muchas cosas buenas que la vida tiene para ofrecernos porque nos paraliza. Nos impide ver más allá de nosotros al mismo tiempo que nos va envenenando y convirtiéndonos en personas amargadas y solitarias. Llenas de resentimiento porque no hemos podido aclarar las situaciones que nos han dolido y ofendido.

Somos humanos. La vida no es fácil y hay circunstancias con las que todos tenemos que lidiar un día sí y al otro también. No somos perfectos y nos equivocamos continuamente pero afortunadamente en nuestras manos está el poder reconocer nuestros fallos y pedir perdón. Y ahí es donde suele entrar el orgullo que paraliza, envara y nos separa del amor.
Por otro lado, si es otra persona la que nos pide comprensión por un acto que nos hirió siempre podemos reconocer su esfuerzo y darle otra oportunidad. Sin embargo hay veces que levantamos la cabeza negándonos a perdonar y pensamos que somos muy dignos cuando lamentablemente se está tratando de puro orgullo y miedo a que nos vuelvan a lastimar.

La dignidad creo que se trata de otro sentimiento más noble que viene a significar algo así como el respeto que nos tenemos a nosotros mismos y el hecho de hacernos respetar. En este caso el sentimiento es de valía y merecimiento.

Cuando actuamos desde el orgullo nos puede la arrogancia y cuando lo hacemos desde la dignidad estamos partiendo desde un puesto de igualdad.

Seguro que todos conocemos casos de hijos, padres, hermanos a los que el orgullo les ha dominado haciendo desaparecer el amor y separándolos de por vida. Quizás con un pequeño gesto sus vidas y las de sus familias hubieran sido diferentes....

El orgullo nos resta y nos coloca en una posición de rigidez que nos impide avanzar.

¿Seremos capaces de dar el primer paso?


viernes, 12 de septiembre de 2014

Recupera al niño que fuiste

-Dibujo a lápiz-

¿Olvidaste el camino al mundo de la fantasía? 

Cierra los ojos, deja volar tu imaginación y llegarás a un mundo encantado.
Permítete volver a ser niño por unos instantes.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Rincones de Tenerife-Roque del Conde (Adeje)

Roque del Conde-Adeje


Roque del Conde-Adeje

En estas fotos se ve el Roque del Conde, que es la montaña que aparece al fondo. Está situado en el pueblo de Adeje, en la isla de Tenerife (Canarias, España).

Hay un sendero de dificultad media que lleva a la cima desde donde en los días claros se pueden divisar las islas de La Gomera y Gran Canaria.

La luna y el color rojizo del atardecer captaron mi atención y tomé estas fotos que ahora comparto con ustedes.

Espero que les gusten.