Aprendiendo
Un día, entre sesiones de quimioterapia, empecé a trazar rayas sin sentido y semanas más tarde me encontraba con la necesidad de dibujar.
Mi cuerpo estaba bajo mínimos pero mi mente no paraba de trabajar y era agotador. Sin embargo, cuando dibujaba o pintaba podía desconectar y entrar en un espacio de silencio y recogimiento. Algo así como un rincón de luz. Mi lugar de luz.
Siempre me consideré negada para temas artísticos. Quizás porque alguien me lo dijo de chica y yo seguí repitiéndomelo de mayor. A estas alturas de mi vida he dejado de ser tan crítica y he pasado a permitirme algunas licencias.
Y así surge este blog. Sin grandes pretensiones y con la idea de compartir dibujos, fotos, palabras, sueños.... Supongo que es como tirar una botella con mensaje al mar. No sabes si alguien lo recibirá, si le agradará o si será entendido. Si llegó hasta ti espero que te guste. ¡Bienvenido a mi lugar de luz!
¡Buena idea la de la merienda campestre!, eso sí, siempre en buena compañía.
ResponderEliminarVeo que este merendero es un estilo rústico por lo que diría que podría haber sido de pastores en algún tiempo. Y esa edificación, parece como un hornillo. Ahora bien, aquí, e este pueblo, en el campo hay edificaciones similares que son cabañas en los que los pastores de antaño se refugiaban de los elementos cuando pasaban noches con el ganado a la intemperie.
En este pueblo en el que ahora vivo, hace muchos años, habían merenderos con fuentes naturales a los que las familias iban por las tardes (especialmente de verano), a merendar, a pasar la tarde y reunirse con sus conocidos. Hoy de ellos ya nada queda. Las obras por mejorar este lugar se han comido una montaña. precisamente en la que estaban estos merenderos que no llegué a conocer.
Pero sí que conocí otro muy bonito en un pueblo de la costa catalana que ere de estilo neoclásico, con su fuente en forma de Sol, por cuya boca salía agua fresca y buena. Con los años, ese sol desapareció, fruto de una gamberrada y ese merendero degeneró en un ligar de reuniones nocturnas de gamberros y de personas que buscaban evadirse de la realidad por medio del consumo de las sustancias pertinentes para lograr ese fin.
Al menos me alegro que en su tierra sigan existiendo estos lugares y me gustaría que todavía fueran lugar de encuentro para las familias y agradables reuniones sociales.
Como siempre, su fotografía es excelente.
Y ahora sí, Doña Candela. Buenas noches, felices sueños y un muy feliz fin de semana.
Gracias, don Pedro. La foto es de un día en el que salí con la familia a disfrutar del monte.
ResponderEliminarPensé que habría poca gente pero para mi sorpresa había tanta que nos costó encontrar este lugar donde almorzamos y pasamos un rato muy agradable.
A mediodía la luz hizo un efecto precioso que intenté captar en las fotos que tomé.
Me alegro mucho de que le haya gustado.
Un saludo y gracias por su grata compañía.
¡De nada, es un placer, Doña Candela!.
ResponderEliminarMe alegra saber que no estaban solos y que hay más gente que disfruta de estos lugares. Aquí ya no tenemos merenderos así, sino parques de diseño con árboles que Yo llamo de diseño y postizos. Y además una humedad y un frío que cualquiera sale a merendar en otoño e invierno. Disfrútenlos Vds. que pueden.
Muchas gracias por su atención y gocen de un buen fin de semana.