Aprendiendo
Un día, entre sesiones de quimioterapia, empecé a trazar rayas sin sentido y semanas más tarde me encontraba con la necesidad de dibujar.
Mi cuerpo estaba bajo mínimos pero mi mente no paraba de trabajar y era agotador. Sin embargo, cuando dibujaba o pintaba podía desconectar y entrar en un espacio de silencio y recogimiento. Algo así como un rincón de luz. Mi lugar de luz.
Siempre me consideré negada para temas artísticos. Quizás porque alguien me lo dijo de chica y yo seguí repitiéndomelo de mayor. A estas alturas de mi vida he dejado de ser tan crítica y he pasado a permitirme algunas licencias.
Y así surge este blog. Sin grandes pretensiones y con la idea de compartir dibujos, fotos, palabras, sueños.... Supongo que es como tirar una botella con mensaje al mar. No sabes si alguien lo recibirá, si le agradará o si será entendido. Si llegó hasta ti espero que te guste. ¡Bienvenido a mi lugar de luz!
Buenas tardes, Doña Candela.
ResponderEliminarVengo a celebrar este set de fotos que transmite tanta paz que me gustaría estar ahí, gozando de uan tarde de paz viendo esas aspas girar. Observoque no falta ese detalle del avioncito, un detalle que comparto con Vd en sos de mis dibujos realizados en el año 2012 en el que aparecen aviones en e fondo de la escena.
Gracias por sus buenos deseos de una buena semana. Lo mismo le deseo a Vd.y a lso suyos de camino a su espaciio público.
Buenos días, don Pedro
EliminarLa verdad es que la paz que transmiten los atardeceres es única. Contemplarlos es un privilegio que a veces olvidamos que está a nuestro alcance.
Muchas gracias por sus palabras y que pase un feliz día.
Buenos días de nuevo, Doña Candela.
EliminarTiene Vd toda la razón, como le hhe comentado en su espacio público del que acabo de venir, los atardeceres son místicos. Para mí suponen el fín del día y un momento de parón para reflexionar. Para mí tanto la mañana a primera hora como en lso atardeceres, son el momento de mi comunicación con mi interior, ese sagrado momanto mágico que para mí supone una fiesta.
Por las mañanas, para presenatr el día y pedir la guía, la fuerza y la paz necesaria para llevar acabo todas aquellas cosas que tenemso que hacer durante el día y por la tarde, el momento de reflexión sobre las mismas y las cosas, de anhelar y de compartir con nuestro mejor amigo, nuestro interior todas esas cosas que llevamos dentro.
Y ya por la noche, pedir guía para que mientras nuestros cuerpos descansan, nuestros espíritus nos nutran de luz, guía y fuerza para el día siguiente y sanen esas heridas del alma recibidas durante el día o la vida misma.
Agradeciendo su atención y recordándole que no hay nada que agradecer por su parte ya que es un placer copartir con Vd., le deseo también que pase un muy feliz día.