LA FLOR NO NACE PARA SER HERMOSA
La flor no nace para ser hermosa; nace para ser flor. Su belleza requiere que quien la mire tenga la capacidad para descubrirla. Pueden pasar a su lado cientos... miles... algunos ni siquiera se percatarán de su existencia. Otros no encontrarán en ella nada singular que la haga resaltar del paisaje que la contiene.
Habrá quienes pensarán solo es una flor más. Aún tal vez aparezcan los que le dedicarán un par de miradas atraídos por sus colores y seguirán su camino. Pero en algún momento aparecerá quien no la considere una flor más, y tenga todo el tiempo necesario para deleitarse observándola en cada milímetro, descubra nuevas sensaciones al acariciar suavemente sus pétalos, y no siga de largo, sino que decida que es una flor demasiado hermosa para no conservarla.
Así con profundo cuidado y amor, cavará en torno de su raíz y poniendo todo su cariño y atención la llevará a su propio jardín donde a cada momento pueda tenerla cerca para quererla, apreciarla, dejarse cautivar por ella... para amarla. Y no le pedirá que cambie su color, su forma, su aroma. Ella nació flor. Ella nació así.
Así también tu vida puede ser como esa flor. Tal vez pasen cientos o miles a tu lado sin percatarse de tus valores, de tus sentimientos, de tu propia existencia. Hasta que alguien con la capacidad interior necesaria te descubrirá en medio del mundo. Posará en ti sus ojos y te hará parte de su mundo sin que para ello debas cambiar o mostrarte en forma distinta.
¡Alégrate de haber nacido como eres!
*Queridos navegantes
Esta semana muy a mi pesar no he dispuesto de tiempo ni para dibujar ni para tomar fotografías.
Sin embargo no quería entrar en la semana sin dar señales de vida ;) Así es que comparto este texto precioso que encontré. Siempre pongo el nombre del autor pero en este caso lo desconozco.
La foto, que está editada, es de un rosal enano que tenemos en casa y que se ha puesto precioso.
Sin más, les deseo que pasen una buena noche y una semana maravillosa.
Buanas tardes, Doña Candela.
ResponderEliminarAyer por la noche estuve aqu´y pude disfrutar de su texto y de esta preciosa rosa tan bien retratada y editada lo que demuestra que Vd. tiene talenfo para rato, pero como era la una de la madrugada, me dije de escribirle hoy. Ciertamente, se le ha ancontrado a faltar pero soy consciente de que hay cuestiones en nuestra vida que debemos atender y por esas mismas razones, Yo apenas atualizo. Me sabe mal, pero las cosas son así.
Ciertamente, Doña Candela, hay una realidad objetiva que todos percibimos de diferente manera según sea nuestro grado de sensibilidad y así el obtuso no ve más allá de lo que hay mientras que el más sensible se maravilla con cualquier cosa. Pero también los hay peores que los obtusos que son aquellos que aún siendo brillantes mentalmente, no lo son emocionalmente, pues se comportan como computadoras y tristemente, hay muchos de ellos cuyo esquemas me recuerdan a una hoja cuadriculada.
Celebro su post y su arte una vez más de camino a su espacio público.
Buenas noches, don Pedro.
ResponderEliminarLa vida de adulto es lo que tiene ;) Para este tipo de cosas hace falta concentración y a veces me resulta muy complicado abstraerme. Para dibujar robo momentos a la noche y a veces el cansancio me puede. Otras, afortunadamente, gana mi voluntad de crear y sucede lo contrario, que no puedo parar de dibujar.
Es curioso, don Pedro, como podemos las personas percibir de maneras tan diferentes. Yo que durante algún tiempo consideré mi sensibilidad como una carga ahora estoy segura de que se trata de una bendición. Algunos me comprenderán, otros pensarán que soy ingenua, los habrá que no encuentren sentido a lo que digo y estarán también, como no, los que harán burla y se mofarán de lo que expreso. Pero de todo tiene que haber en la viña del Señor.
Como dice el texto, alegrémonos de haber nacido como somos. Cada cual, único e irrepetible.
Gracias, como siempre, por su valiosa compañía.
Buenos dçias, Doña Candela.
ResponderEliminarEntiendo lo que me cuenta porque lo he vivido. La vida misma y sus exigencias nos restan a veces esta energían tan necesaria para crear. Esto me pasa desde el año 2005 debido a esas exigencias de la vida que nos absorben. También la creatividad es cuestión de ciclos, Hay ciclos de mucha creatividad y otros de nula, pero éstos son muy válidos porque la mente sin que Vd. lo sepa está preparando una nueva etapa de producción que superará la anterios. Las crisis artísticas nunca son malas, sino periodos de la vida de los que se puede sacar mucho.
Viva la vida, dibuje y pinte cuando tenga ganas y si no las tiene, fotografía y si no, ensaye nuevas cosas y si tampoco tiene ganas, déjese llevar y sobre todo, descanse por la noche que así alimentará su creatividad, pues el descanso nocturno regenera el cuerpo y la mente.
Y con su permiso, dado que el espacio para este postel es limitado creo que a cierto número de carácteres, la otra cuestión se la contestará en otro post, porque vale la pena lo que le voy a escribir. Con su permiso...
Respecto a la sensibilidad es una bendición que ya experimenté desde muy niño, pero también aprendí que vivía entre personas poco evolucionadas y por ello aprendí a proteger mi corazón y no abrirme con la gente y sigo siendo igual.
ResponderEliminarLa sensibilidad es una señal de evolución espiritual a la que todos en diferentes tiempso llegarán como nosotros la hemos ganado. Ahora bien, hay que protegerla de estas personas que no la tienen desarrollada o son totalmente carentes de ella y con su trato, nos hacen daño y con ellas aprendemos el arte de defendernos, de saber cuándo hablar, cuándo caller, qué decir y cuándo y qué callar. Como tambien qué compartir y que no y evitarnos muchos males.
También esa sensibilidad nos hace vivir aparte en una especie de soledad cuando no hallamos almas afines, pero es parte de la vida. Yo no cambio esa sensibilidad que es la que me permite crear, vivir y ser feliz, como a Vd. también se lo permite. La cuestión es aprender a vivir con ella, dándole las gracias a Dios pro ella, por ser Vd. misma y por gozar de una vida interna profunda.
Y ahora, ¡vamos a su espacio público!