Aprendiendo

Un día, entre sesiones de quimioterapia, empecé a trazar rayas sin sentido y semanas más tarde me encontraba con la necesidad de dibujar.

Mi cuerpo estaba bajo mínimos pero mi mente no paraba de trabajar y era agotador. Sin embargo, cuando dibujaba o pintaba podía desconectar y entrar en un espacio de silencio y recogimiento. Algo así como un rincón de luz. Mi lugar de luz.

Siempre me consideré negada para temas artísticos. Quizás porque alguien me lo dijo de chica y yo seguí repitiéndomelo de mayor. A estas alturas de mi vida he dejado de ser tan crítica y he pasado a permitirme algunas licencias.

Y así surge este blog. Sin grandes pretensiones y con la idea de compartir dibujos, fotos, palabras, sueños.... Supongo que es como tirar una botella con mensaje al mar. No sabes si alguien lo recibirá, si le agradará o si será entendido. Si llegó hasta ti espero que te guste. ¡Bienvenido a mi lugar de luz!

miércoles, 30 de septiembre de 2020

Afirmaciones



AFIRMACIONES

 Tengo que reconocer que la primera vez que oí hablar sobre el poder de las afirmaciones como terapia para sanar dolencias, me pareció una soberana estupidez. Antes, yo no tenía una mente abierta y gruñía ante todo lo que se escapaba a mi entendimiento. Hacía años que había dado la espalda al mundo espiritual y reconozco que desde luego, no fue precisamente esa mentalidad obtusa la que me ayudó a sanar más adelante.

 En uno de mis ingresos en el hospital, aparecieron en mi habitación unas voluntarias de la asociación Ámate, que es una organización de personas con cáncer de mama de Tenerife, y me recomendaron libros que hablaban sobre la práctica de las afirmaciones positivas. Por supuesto, agradecí la buena voluntad, pero recuerdo haber pensado con soberbia que solamente los místicos o los ilusos podrían creer en su efectividad. 

Aún así, cuando regresé a casa hice un esfuerzo por intentar leer algún libro de este tipo pero no me sentí cómoda. No podía afirmar que estaba bien si había momentos en los que por las sesiones de quimioterapia no era capaz ni de ponerme en pie. Me parecía estar engañándome a mi misma y me sentía necia. Sin embargo, algo quedó en mi mente, como una semillita esperando el momento de germinar.

 Meses más tarde llegó ese instante en el que decidí que tenía que volver a probar y comprendí que antes no estaba preparada. Fue revelador descubrir que tenía resistencia a decirme cosas positivas. Mi programación, sin tan siquiera haberme dado cuenta, había sido muy negativa. Había usado la técnica inversa, la de decirme cosas nocivas ;)

Aprendí que es mucho más enriquecedor pensar y afirmar lo que quiero tener en mi vida. Lo hago en primera persona, en presente, y siempre expresándome en un lenguaje positivo. Cuando surge esa voz que me dice que no voy a poder con algo, agradezco la advertencia, pero hago mis afirmaciones y sigo adelante.

El secreto es repetir y repetir. Yo lo veo como una reprogramación en la que decido qué es lo que ocupa mi mente, al igual que una forma de poner el foco en lo que realmente me importa y quiero mejorar.

Sé que hay muchos detractores de esta técnica pero a mí me ha ayudado. Ha contribuido a la transformación de mi mente y de mi vida, y por eso la comparto. Te animo a probarlo, hay a tu alcance muchos libros y películas que abordan este tema. Si no te sientes cómodo o no te funciona, puede que no sea tu momento, o que simplemente no sea para ti. Tú decides.

Eso sí, decreta lo mejor para tu vida de la manera que sea. Te lo mereces.

¡Hasta pronto!




3 comentarios:

  1. Muchas gracias, Doña Candela, por compartir sus consejos t experiencia. Lo que dice Vd es cierto y es el verdadero poder de la oración, a lo que San Pablo se refería cuando nos exhortaba a orar sin cesar. Esta es la verdadera oración, la afirmación positiva acompañada d la fe que es conocimiento de la mecánica d las leyes mentales y espirituales que la rigen. Evidentemente, a la gente nueva que ignora estas verdades, les cuesta entenderlas y son reacios por el poder de las apariencias, pero llega el día en el que el espíritu madura, despierta a estas verdades, las ponen en práctica, ven su bondad, las celebran y comparten gozosos, como Vd.. Le animo a seguir en ello, como Yo sigo en ello. Bendiciones para Vd y los suyos. Un abrazo.

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  2. Don Pedro, creo que venimos de una sociedad en la que la pena y el sufrimiento se ensalzaban. No hay más que oír muchas de las canciones de nuestros padres ;)
    Afortunadamente, ahora se empieza a pensar de otra manera y se nota el cambio. Como bien dice usted hay un momento en el que se despierta y no se puede dejar de compartir, porque el conocimiento que recibimos de otros y nos funciona, es de buenas personas divulgarlo. Nunca se sabe a quién se llega, puede haber muchos seres hablando de lo mismo y sin embargo, algunos nos tocan el corazón y otros, no. Yo por eso escribo mi experiencia, por si puede ayudar a activar el interruptor de alguien. Usted ya me entiende.
    Cuídese mucho. Un abrazo y hasta pronto.

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  3. Buenos días, Doña Candela, después de mucho tiempo. Ciertamente, las informaciones que damos sólo tocan a las personas receptivas y así pasa con todas. También pasa que a veces las personas que creemos más adecuadas para recibirlas las rechazan y aquellos que creemos que las rechazarán las reciben con mucho agrado, como Yo vengo con agrado a ver sus actualizaciones. Nos vemos en ellas.

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