Aprendiendo

Un día, entre sesiones de quimioterapia, empecé a trazar rayas sin sentido y semanas más tarde me encontraba con la necesidad de dibujar.

Mi cuerpo estaba bajo mínimos pero mi mente no paraba de trabajar y era agotador. Sin embargo, cuando dibujaba o pintaba podía desconectar y entrar en un espacio de silencio y recogimiento. Algo así como un rincón de luz. Mi lugar de luz.

Siempre me consideré negada para temas artísticos. Quizás porque alguien me lo dijo de chica y yo seguí repitiéndomelo de mayor. A estas alturas de mi vida he dejado de ser tan crítica y he pasado a permitirme algunas licencias.

Y así surge este blog. Sin grandes pretensiones y con la idea de compartir dibujos, fotos, palabras, sueños.... Supongo que es como tirar una botella con mensaje al mar. No sabes si alguien lo recibirá, si le agradará o si será entendido. Si llegó hasta ti espero que te guste. ¡Bienvenido a mi lugar de luz!

sábado, 1 de noviembre de 2014

Cuando el camino se nos hace difícil, ¿por qué no pedir ayuda?

-Dibujo a lápiz-

A lo largo de nuestra vida hay momentos en los que el camino se nos hace cuesta arriba y hay veces en las que nos empecinamos en recorrerlo solos. Tal vez sucede porque nos gusta pensar que somos perfectos y poderosos o porque tememos dañar la imagen que tienen los demás de nosotros, ya que lo vemos como un signo de debilidad. Sin embargo, se necesita mucho valor para reconocer que hay momentos en los que las circunstancias nos sobrepasan y en los que sentimos que no podemos continuar.

Si lo pensamos bien pedir ayuda nos crea consciencia de que no somos completamente autosuficientes y de que tampoco conocemos todas las respuestas, cosa que sabemos pero que tendemos a olvidar. Tenemos límites físicos e intelectuales pero con la ayuda de los demás desaparecen o por lo menos se hacen insignificantes.

En muchas ocasiones creemos que se nos va a negar la ayuda o que se nos pedirá algo a cambio pero hay más personas a nuestro alrededor de las que pensamos dispuestas a brindarnos ayuda desinteresadamente.

Si no pedimos ayuda no podemos sentirnos defraudados por no ser apoyados. Esperar que los demás sepan cómo nos sentimos y lo que necesitamos en cada momento no es justo. A veces nos comportamos como víctimas por no recibir una ayuda que en realidad no hemos pedido. Quizás el orgullo o el miedo nos lo impiden pero es tan sencillo y tan difícil a la vez como decir "necesito ayuda".
La vida se vuelve más fácil cuando podemos confiar en los demás y dejarnos apoyar. Los momentos difíciles se pasan mejor en compañía y se crean vínculos sólidos de compromiso.

Estamos rodeados de personas con vivencias similares a las nuestras y todos en algún momento dado de nuestras vidas pasamos por experiencias difíciles en la que necesitamos un hombro en el que apoyarnos. 

Al depositar tu confianza en otra persona le estás dando a entender que de alguna manera es importante para ti y al mismo tiempo le estás ofreciendo la oportunidad de ser bondadoso.

Mi consejo es que siempre pidas ayuda si la precisas y que aceptes con gratitud.
Me despido en esta ocasión con una frase de San Agustín que dice:

Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas.


martes, 28 de octubre de 2014

Rincones de Tenerife-Costa de Taganana

 
 
   
 
 

En esta ocasión comparto fotos tomadas en Taganana (Anaga). Un hermoso paraje para perderse.
Espero que les gusten.