Aprendiendo

Un día, entre sesiones de quimioterapia, empecé a trazar rayas sin sentido y semanas más tarde me encontraba con la necesidad de dibujar.

Mi cuerpo estaba bajo mínimos pero mi mente no paraba de trabajar y era agotador. Sin embargo, cuando dibujaba o pintaba podía desconectar y entrar en un espacio de silencio y recogimiento. Algo así como un rincón de luz. Mi lugar de luz.

Siempre me consideré negada para temas artísticos. Quizás porque alguien me lo dijo de chica y yo seguí repitiéndomelo de mayor. A estas alturas de mi vida he dejado de ser tan crítica y he pasado a permitirme algunas licencias.

Y así surge este blog. Sin grandes pretensiones y con la idea de compartir dibujos, fotos, palabras, sueños.... Supongo que es como tirar una botella con mensaje al mar. No sabes si alguien lo recibirá, si le agradará o si será entendido. Si llegó hasta ti espero que te guste. ¡Bienvenido a mi lugar de luz!

domingo, 29 de marzo de 2020

Por ti, por mí

-Dibujo a lápiz-

Son extraños tiempos los que nos han tocado vivir. Nos recuerdan la fragilidad de nuestra existencia y es que sólo en un par de días el mundo que conocíamos se nos volvió del revés. Algo tan pequeño que ni siquiera se ve a simple vista ha ocasionado que tiemblen los gobiernos más poderosos del planeta. El Covid-19, que se expande como la pólvora, ha dejado calles vacías y paisajes totalmente desiertos. 

En el bombardeo continuo de información, se cuelan  en nuestros hogares titulares manipulados en busca de clicks  y noticias falsas publicadas por personajes que supongo que lo que tratan de conseguir es un poco de protagonismo, provocando la histeria colectiva. Por no hablar de los que aprovechan el pánico para estafar y conseguir un puñado de dinero. 
Da la impresión de vivir en un escenario de improvisación y cada día nos despertamos con el desasosiego que provoca esta incertidumbre. El virus nos está enseñado que quizás vivir en el primer mundo no nos aportaba tanta seguridad y que las prioridades que contemplábamos podrían haber sido incorrectas. 

Un día oí hablar a Wayne Dyer sobre cómo actuamos bajo presión. Contó la parábola de la naranja, que resumiendo, viene a decir que si exprimes una naranja, lógicamente, lo que sale es zumo de naranja. De igual manera cuando somos sometidos a presión lo que sale de cada uno de nosotros es lo que llevamos dentro. Sus palabras fueron "no podemos controlar cómo se comportarán los demás, pero lo que llevamos dentro es decisión nuestra". Nos hace reflexionar sobre la responsabilidad de cada uno y a mi entender también de nuestro deber cívico. Tendemos a echar la culpa de nuestras desgracias a los demás, a Dios, al universo, y quizás habría que mirar hacia dentro con humildad y tratar de compartir todo lo bueno que podamos ofrecer a la sociedad en la que vivimos. En estos días vemos cómo pequeños gestos logran grandes cosas. El simple hecho de quedarte en casa ayuda a que el virus no se propague y que no se colapsen los centros sanitarios. Por favor, respeta la cuarentena, hazlo por ti y también hazlo por mí.

En el horizonte se divisa un futuro incierto pero viviendo cada día como si fuera único, y dándonos la oportunidad de disfrutar de los momentos sencillos, no intentado cambiar lo que no depende de nosotros y pensando en lo que SÍ podemos hacer, nuestro presente sería más agradable. 

Ojalá este parón forzoso nos ayude a pensar sobre lo que tenemos dentro y nos haga mejores personas. Quiero pensar que saldremos fortalecidos, equilibrados y con más valores positivos para lo que se nos avecina. 

Aprovecho la publicación para agradecer de corazón el esfuerzo y la dedicación de todos los que velan por nosotros. También recordar a los que se han ido y enviar mucho ánimo a todos lo que lo están pasando mal. Mucha fuerza.

Cuídense. ¡Hasta pronto!