Aprendiendo

Un día, entre sesiones de quimioterapia, empecé a trazar rayas sin sentido y semanas más tarde me encontraba con la necesidad de dibujar.

Mi cuerpo estaba bajo mínimos pero mi mente no paraba de trabajar y era agotador. Sin embargo, cuando dibujaba o pintaba podía desconectar y entrar en un espacio de silencio y recogimiento. Algo así como un rincón de luz. Mi lugar de luz.

Siempre me consideré negada para temas artísticos. Quizás porque alguien me lo dijo de chica y yo seguí repitiéndomelo de mayor. A estas alturas de mi vida he dejado de ser tan crítica y he pasado a permitirme algunas licencias.

Y así surge este blog. Sin grandes pretensiones y con la idea de compartir dibujos, fotos, palabras, sueños.... Supongo que es como tirar una botella con mensaje al mar. No sabes si alguien lo recibirá, si le agradará o si será entendido. Si llegó hasta ti espero que te guste. ¡Bienvenido a mi lugar de luz!

sábado, 17 de enero de 2015

Etiquetados

-Dibujo a lápiz-


Queridos navegantes

A veces nos olvidamos de nuestra capacidad para afrontar los cambios. Tenemos tantas etiquetas colgadas fruto de los comentarios de los demás o autoimpuestas por nuestros fracasos, que ni nos damos cuenta de que podemos prescindir de ellas.
No cabe duda de que son cómodas pero también enormemente limitantes.

El dibujo que comparto hoy es el del rostro de un muchacho con la mirada perdida. Tiene un código de barras en la frente que viene a representar la manía que tenemos por etiquetar todo y a todos.

La próxima vez que utilicemos los famosos "yo soy" para referirnos a nuestra incapacidad para hacer algo podríamos preguntarnos a nosotros mismos y respondernos con sinceridad. Seguro que nos llevaríamos alguna sorpresa. 

Y con esta reflexión les dejo por hoy, esperando que se despojen de sus etiquetas y deseándoles que pasen un fin de semana maravilloso.


3 comentarios:

  1. Muy buen post, Doña Candela y buenas tardes, por supuesto.

    Aparte del dibujo que es una de sus magistrales obras a lápiz, el tema que propone da mucho de sí, tanto que podríamos llenar líneas y líneas.

    Las etiquetas son parte de la vida y necesarias para clasificar las cosas y buenas en ese sentido, siempre que éstas no nos esclavicen ni sean esas autoatribuciones en base a nuestros errores o aceptaciones de las percepciones ajenas en base a nuestros errores o a sus juicios errados sobre nosotros. Como Vd dice, son muy cómodas y también muy limitantes.

    Como Vd. también afirma, conviene una reflexión ante estas autoatribuciones tan confortables e incapacitantes, pero también dolorosas porque son el germen de fustraciones que llevan a enfremedades mentales tales como la envidia, entre otras. El síntoma de que esas etiquetas son malas es el dolor iterno que producen cuando se afirman porque cada alma sabe que no son deseadas. Este es el momento de detectarlas y afrontarlas desprogramando la mente de ellas y reprogramarlas en el sentido contrario. Yo llevo trabajando en ello mucho tiempo y con éxito. Es un arte apasionante pero que requiere su paciencia y a veces mucha.

    ¡Lo bueno es que de niño fuí rebelde y no aceptaba esas etiquetas que trataban de imponerme!. ¡Y no he cambiado, ni quiero cambiar, ni voy a cambiar!. Sólo perfeccionarme.

    Le deseo también a Vd un feliz de semana maravilloso y muchas gracias por compartir brillantes dibujo y texto.

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    1. Muchísimas gracias, don Pedro.
      El reprogramarse es un trabajo que requiere la máxima atención. Yo estoy en ello y es sorprendente lo que se consigue con voluntad y constancia. Poco a poco las etiquetas van cayendo.
      Le agradezco sus amables palabras que siempre me hacen reflexionar.

      Saludos y feliz descanso.

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  2. De nada, Doña Candela y muchas gracias por la satisfacción que Vd, me está dando al leer sus palabras.

    ¡POR FÍN ALGUIEN DE MIS CÍRCULOS CREE EN ESTA TÉCNICA!, que he recomendado encarecidamente pero que nadie sigue y de ahí que nada les salga bien.

    Todo es mente y somos mente como Vd. sabe por el hecho de practicar esta técnica y todo cambio comienza por la mente, por deshacer el patrón de pensamientos viejo y reprogramar el nuevo.De esto trataba uno de los libros que hace mucho tiempo le menté.

    Lo malo es que la gente carece de paciencia. Quiere los cambios ¡YA! y esto no es posible. Todo requiere trabajo, constancia, paciencia, mucha paciencia y levantarse ante las normales y lógicas caídas típicas del aprendizaje. Y más paciencia se requiere cuando la programación mental negativa está más arraigada.

    Mucha gente no sabe que nada es gratis en la vida. Solo lo es la gracia de haber sido creados por un acto de amor de Dios. Lo demás hay que trabajarlo para adquirir la maestría, sea en dibujo, pintura, en cualquier disciplina o bien en cambiar la mente.

    La felicito de verdad y contento y feliz, antes de retirarme a mis aposentos (es una de mis frases que siempre uso), ¿qué le parece si vamos a ver ese avión tan bonito?.

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