Aprendiendo

Un día, entre sesiones de quimioterapia, empecé a trazar rayas sin sentido y semanas más tarde me encontraba con la necesidad de dibujar.

Mi cuerpo estaba bajo mínimos pero mi mente no paraba de trabajar y era agotador. Sin embargo, cuando dibujaba o pintaba podía desconectar y entrar en un espacio de silencio y recogimiento. Algo así como un rincón de luz. Mi lugar de luz.

Siempre me consideré negada para temas artísticos. Quizás porque alguien me lo dijo de chica y yo seguí repitiéndomelo de mayor. A estas alturas de mi vida he dejado de ser tan crítica y he pasado a permitirme algunas licencias.

Y así surge este blog. Sin grandes pretensiones y con la idea de compartir dibujos, fotos, palabras, sueños.... Supongo que es como tirar una botella con mensaje al mar. No sabes si alguien lo recibirá, si le agradará o si será entendido. Si llegó hasta ti espero que te guste. ¡Bienvenido a mi lugar de luz!

viernes, 5 de septiembre de 2014

¿Unos minutos de silencio? Sí, por favor.



Hoy les voy a contar a grandes rasgos mi experiencia personal con el silencio.

No pretendo dar lecciones de nada pero me gusta creer que lo que escribo puede servir en algún momento de reflexión a alguien y ese es precisamente el objetivo.

Les aseguro que el estar en silencio era algo que no entraba en mis planes. Con el afán de productividad exprimía los minutos al máximo y después de cada jornada de trabajo, al llegar a casa, encendía el botón del automático y casi en trance me ponía también en función "multitarea". Al mismo tiempo que preparaba la comida, oía las noticias, ponía la lavadora, planchaba, atendía a los niños, a mi madre,....  Qué les voy a contar, lo típico de estos días. Siempre con la sensación de tener los temas sujetos con alfileres, mi marido y yo hacíamos croquis con el objetivo de poder llegar a todo y cualquier contratiempo por mínimo que fuera nos rompía completamente los esquemas.

Acostumbrada a estar en acción, un día no me quedó otro remedio que parar bruscamente y fue ahí cuando hizo su aparición el silencio más absoluto. Descubrí con asombro que no era nada fácil permanecer en calma y por primera vez en mi vida fui consciente del ruido ensordecedor que había en mi cabeza.
Cerraba los ojos intentando aquietar mi mente y poder oir esa voz interior que todos poseemos pero no lo conseguía. Todo era confusión y  caos.
Me entró el pánico porque sospechaba que había mensajes ocultos en el silencio que no era capaz de interpretar.

Afortunadamente y con el tiempo de práctica, al principio forzoso pero luego escogido, fue desapareciendo el ruido y empecé a captar las señales que sólo se pueden asimilar desde la quietud. A veces se trataba de cosas agradables y otras no lo eran tanto, pero merecían todo mi respeto y consideración.
Entendí que la resistencia anterior había sido causada por el miedo a enfrentarme a mi misma y al cambio si no me gustaba lo que encontraba.

Comprendí más tarde que el silencio también era un tiempo muy provechoso que me ayudaba a saber quién era y cómo me encontraba en cada momento. La sensibilidad hizo su aparición y mejoró mi percepción de las cosas, ayudándome también a ser mas intuitiva y a encontrar un espacio seguro dentro de mi.
La creatividad, que había estado dormida durante tantos años, entró como una tromba y había días en los que me encontraba a cualquier hora entusiasmada dibujando a personas que no conocía, paisajes que no había visto o escribiendo sobre temas en los que antes ni había reparado.

Creo que el momento en el que pude estar sola en silencio y disfrutar, hice las paces conmigo misma.

Aunque sé que voy contra corriente eso es precisamente a lo que les animo hoy. A practicar unos minutos de calma al día en los que puedan permanecer en silencio. Llámenlo meditación, recogimiento, abstracción o como les resulte más cómodo a su manera de pensar.
Les aconsejo que reserven un momento sólo para ustedes. A algunos les funcionará y a otros no, pero vale la pena intentarlo. Es una inversión de futuro que si son constantes a la larga les reportará múltiples beneficios.

Me despido agradeciendo su atención y con una frase de Alejandro Dumas que me encanta.

"Para toda clase de males hay dos remedios; el tiempo y el silencio"

3 comentarios:

  1. ¡Bienvenida al Club, Candela!.

    ¡Al Club del Silencio!, Bendición del Cielo que nos permite enfrentarnos a nosotros mismos, conocernos mejor y dándonos cuenta de aquello que nos nos gusta en nosotros, superarlo mediante pensamientospositivos reforzados por conductas consecuentes. Dicen que fue Sócrates que dijo que el silencio era oro y es verdad. Tango un artículo en el que hablo de ese tesoro que si Dios quiere, lo compartiré con Vds. Por descubrir el tesoro del silencio, Candela, es Vd. bendita. Goce de este regalo.

    La gente lo teme porque es Dios en acción. El mismo Dios nos habla en él y nos quiere mostrar Su Amor hablándonos, alentándonos a llevar a cabo nuestros sueños que son el camino a la felicidad y también con Amor, reprimiéndonos mediante la conciencia cuando algo no hemos hecho bien. El silencio es el camino hacia Dios, hacia la felicidad hacia nuestra elevación. Por eso Yo también lo practico.

    Permítame que le aporte algo nuevo en dos consideranciones:

    La primera es que no importa los conocimientos académicos que Vd. tenga o deje de tener. Lo importante es como Vd. se sienta y su experiencia es tan válida o más que la de cualquier mitrado, pues conozco a muchos de estos que, cargados de titulos se conducen por la vida de manera incongruente y no son más que esperpentos que Yo llamo tunicados. Muchos corren por ahí.

    La segunda es que Vd. no va contracorriente. Es el mundo que va contracorriente al no seguir las directrices sanas de su Yo Interno o Superior que es Dios en uno y por ello caminan hacia la infelicidad. Esta gente va contra su natura siguiendo el dicho que a donde va Vicente, va la gente.

    En cuanto a su consejo, se lo agradezco y es más, Yo vivo en silencio prácticamente. En cuanto a los demás, a todos les llegará el momento de probar la bondad del silencio y también la de la frase de Alejandro Dumas.

    Y ya, me despido por hoy, deseándole un buen fín de semana gozando de sí misma y de esa voz interna que tanto la ama y que se expresa en silencio y que sólo en él se puede oir.

    Gracias por compartir.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias, Pedro. Es un verdadero placer leerle.
      Me ilusionan mucho sus comentarios que están llenos de sabiduría, amabilidad y respeto.
      Cuando publico algún texto me queda la duda de saber si me he expresado bien o si habré sido capaz de alcanzar a alguien.
      Al recibir sus observaciones constato con alegría que efectivamente ha llegado el mensaje, que ha sido entendido y que para mi mayor satisfacción el pensamiento es compartido.
      Muchas gracias de nuevo por visitarme y acompañarme con sus palabras.
      Le deseo también un muy feliz fin de semana.

      Eliminar
  2. Muchísimas gracias a Vd. Candela por sus palabras hacia mí.

    Le hago saber que Vd. se expresa perfectamente y que sus palabras se entienden perfectamente y que su mensaje llega, pero sólo a las personas que tienen la sensibilidad para parar, leer y querer entender porque la Sabiduría llama a todos pero muy pocos la escogen porque aún no están preparados para ella. Aún les quedan muchas experiencias para quererLa abrazar. Yo le aseguro, Candela, que sus palabras llegarán a quienes tengan que llegar, que son los que importan.

    Y desde estas tierras a una hora más según el huso horario, le deseo un felíz de semana lleno de paz, cualidad necesaria para recibir toda la luz, la inapsitación y la fuerza para seguir adelente en este mundo

    Sepa que mientras pueda, la seguiré viistando.

    Gracias por todo y repito, ¡tenga un buen fín de semana!

    ResponderEliminar