Da gusto pasear por lugares tranquilos. No me considero una persona huraña pero de vez en cuando agradezco el silencio, que en esta ocasión sólo se rompió por el sonido de las aspas de los molinos y por el murmullo del mar.
Las fotografías las tomé en el Parque Eólico de Granadilla (Tenerife), donde estuvimos caminando y descubriendo zonas nuevas a las que seguro volveremos. A veces no es necesario irse lejos para disfrutar de los pequeños placeres de la vida ;)
Bendiciones para todos. ¡Hasta pronto!
deseo de soledad del que Vd, escribe, deseo que no la hace huraña, sino que todo lo contrario, demuestra sabiduría, pues en el silencio nos alimentamos y dejamos que nuestros ser interno nos hable y nos guíe, pero la gente teme al silencio y a la soledad que, en sus justa medida, como la buena compaña, son bendiciones de la vida, como lo es apreciar y admirar sus fotografías y dibujos. Le dejo con un abrazo, bendiciones y nuestros mejores deseos para todos. Cuídense!.
ResponderEliminarBuenas noches, don Pedro, y muchas gracias. Creo que la gente teme al silencio porque no quiere admitir la verdad, a veces incómoda, que se manifiesta ;)
ResponderEliminarBendiciones para todos. Un abrazo.
Buenos días, Doña Candela. Coincido con su opinión. Siempre dije que que cuando el hombre calla, Dios habla y nos habla en el silencio de nuestra conciencia, esa de la que muchos huyen para no oir las verdades que ésta nos recuerda, aunque no nos guste mucho, pero quien no escucha a este voz, acaba destruyéndose poco a poco y ¡cuántos destruidos hay alrededor nuestro!. Ya aprenderán tarde o temprano. Les deseo un muy feliz domingo. Abrazos y bendiciones.
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