¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará: y nada nuevo debajo del sol.
Eclesiastés
La vida actual se acelera cada vez más y a veces sin remedio nos vemos inmersos en jornadas de locura que van desde que sale el sol hasta que se pone. En medio de tanto ajetreo y subidos a la noria que no para, casi sin darnos cuenta hemos ido dando la espalda a nuestros mayores. La excusa: ¡No tenemos tiempo!
Tristemente hemos olvidado que son refugios de sabiduría cuyo caudal de conocimientos y experiencia nos aportaría muchísimo si nos acercáramos simplemente a conversar con ellos. Guardan en su memoria momentos, detalles de unas épocas difíciles en las que la incertidumbre formaba parte cotidiana de sus vidas. ¡Cuántas veces habremos oído la frase de "una guerrita es lo que les hace falta"! Muy pedagógica no es, la verdad, pero a saber lo que habrán pasado.
Me parece curioso que en la sociedades antiguas se escuchara a los mayores y su consejo tuviera peso en las decisiones importantes y que ahora, lamentablemente, no tengamos conciencia de la importancia de su valor.
Quizás la falta de humildad o la pérdida de confianza en los demás, no lo sé, hacen que no acudamos a quien ha pasado por dificultados similares en busca de una perspectiva diferente y se desaprovechen estas oportunidades. ¿Pensamos tal vez que sabemos más que ellos? ¿Qué no nos entienden? Ellos también fueron niños ilusionados, jóvenes apasionados, adultos comprometidos y ahora son mayores con experiencia.
¡Qué tesoros! En sus recuerdos se encuentra una escuela escondida, la que no se halla en los libros, la de la vida.
A quienes tando nos han dado qué menos que ofrecerles nuestro amor y hacerles sentir queridos, activos y apreciados.
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