Estos peques preciosos se encontraban ayer en la playa del Médano. Iban corre que te corre todo el rato entre los vaivenes de las olas y en lo que se paraba uno, allá que me plantaba yo con la cámara. Ellos jugaban a esconderse y yo a ser fotografa ;)
Si no me equivoco se trata de correlimos tridáctilos, que según he leído son capaces de recorrer miles de kilómetros y llegar a esta zona en invierno, buscando un clima más templado. Y es que aquí se vive bien ;)
Los momentos que se pueden vivir con sólo salir a respirar un poco de aire puro ... Sin duda, el poder tener contacto con la naturaleza es un gran tesoro que está al alcance de nuestra mano; bueno, bonito y barato.
Feliz semana y hasta pronto.