No puedo contar las veces que me detengo a mirar esa maravilla de la natura. El atardecer es para mí la hora mágica del día junto al amanecer. Pero especialmente me gustan los atardeceres del otoño por el recogimiento que me sugieren
Como siempre, preciosas fotografías, Doña Candela.
Don Pedro, yo también miro al cielo incontables veces y las veces que exclamo, mis pequeños me dicen: mamá, hasta las nubes te gustan. Y es así, le confieso que cada día me sigo asombrando.
Muchas gracias por sus amables palabras y aprovecho para desearle un feliz descanso.
Lo creo, Doña Candela. ¡El cielo es una maravilla y las nubes también lo son!. ¡Y que por muchos años pueda Vd seguir asombrándose!.¡Y que sis pequeños adquieren esa hábito!.
No puedo contar las veces que me detengo a mirar esa maravilla de la natura. El atardecer es para mí la hora mágica del día junto al amanecer. Pero especialmente me gustan los atardeceres del otoño por el recogimiento que me sugieren
ResponderEliminarComo siempre, preciosas fotografías, Doña Candela.
Don Pedro, yo también miro al cielo incontables veces y las veces que exclamo, mis pequeños me dicen: mamá, hasta las nubes te gustan. Y es así, le confieso que cada día me sigo asombrando.
ResponderEliminarMuchas gracias por sus amables palabras y aprovecho para desearle un feliz descanso.
Lo creo, Doña Candela. ¡El cielo es una maravilla y las nubes también lo son!. ¡Y que por muchos años pueda Vd seguir asombrándose!.¡Y que sis pequeños adquieren esa hábito!.
ResponderEliminarY a estas horas, ¡muy buenos días Doña Candela!.